Aunque en verano nuestras costas se llenen de alemanes expuestos al sol, Alemania también tiene playa. El Mar del Norte (Nordsee) y el Mar Báltico (Ostsee) son destino de vacaciones para muchos turistas. El clima cálido pero no asfixiante y sus playas tranquilas, sin grandes aglomeraciones, lo convierten en la mejor opción. El agua suele estar un poco fría, pero su poca profundidad, hace que en agosto se caliente rápido y sea posible un agradable baño.
Las tumbonas se convierten en curiosas cestas (Strandkorb), que resguardan del viento que suele soplar. Son muy prácticas a la hora de dejar bolsos y objetos de valor a buen resguardo cuando se va a dar un paseo, porque pueden cerrarse.
Por supuesto, las aguas no son tan cristalinas como en El Caribe, pero tienen su encanto. En el Mar del Norte ocurre un extraño fenómeno. Es el conocido Wattenmeer, o marismas. Según las mareas, el mar se retira kilómetros, dejando a la vista fangos llenos de fauna marina. En ocasiones, se puede incluso cruzar andando la distancia entre dos islas. Eso si, siempre en compañía de un guía, por el agua no sube de manera progresiva y si no te das cuenta, te rodea. Un curioso espectáculo natural que hay que vivir.
Si quieres saber mas visita: www.nationalpark-wattenmeer.de
Creado por: Bea
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